El reconocido fotógrafo y cineasta Raymond Depardon viajó durante varios años retratando su país natal con una cámara de formato grande. Este largo y en ocasiones solitario viaje proporcionó terreno fértil para la creación: junto a su pareja y colaboradora de toda la vida, Claudine Nougaret, realizó un excepcional diario de viaje. Esto revivió la memoria de Depardon sobre lugares importantes de su pasado como reportero y le reveló una abundancia de pietaje desconocido en su archivo: sus primeros pasos con la cámara, sus reportajes alrededor de todo el mundo para la televisión, entrevistas, grabaciones de eventos importantes de la segunda mitad del siglo XX.